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Reforma

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Considerada la avenida más importantes de la ciudad de México, Paseo de la Reforma fue construida en la década de 1860 durante la presencia de Maximiliano I. Esta avenida de 12 kilómetros de largo va desde el Castillo de Chapultepec hasta la Zona Rosa y la Plaza de la Constitución o Zócalo. Luego sigue por el noreste hasta la Basílica de Guadalupe y por el poniente pasa por la colonia Polanco hacia los límites de la ciudad. Embajadas, hoteles, edificios de importantes empresas, museos y detalles urbanos caracterizan esta hermosa e histórica vía de comunicación.

Originalmente, Paseo de la Reforma fue llamado la Avenida de la Emperatriz, en honor de la esposa de Maximiliano, Carlota. Durante la dictadura de Porfirio Díaz, la avenida se volvió más elegante con bancas, árboles y otros detalles urbanos dado que Díaz decidió conmemorar el primer centenario del inicio de la Guerra de Independencia en 1910. Fue por esta razón que fueron construidos diferentes edificios y monumentos, como la columna del Ángel de la Independencia, que fue inaugurada precisamente ese año. Las élites familiares extremadamente ricas, durante el régimen de Díaz, contribuyeron a la arquitectura de la avenida, de lo cual muy poco permanece hoy.

Hoy en día, la Avenida de la Reforma está flanqueada por modernos edificios con diferentes estilos: Art Deco, funcionalista o contemporáneo. Sobre Rerforma puede encontrar embajadas, oficinas gubernamentales, bancos, hoteles, compañías o la bolsa de valores de México. El edificio más alto de Latinoamérica, la Torre Mayor, está precisamente sobre esta avenida. Hay monumentos muy conocidos como el de Colón, el de Cuauhtémoc o el de la Diana Cazadora. El Museo Nacional de Antropología e Historia se encuentra sobre Reforma, así como el Museo Rufino Tamayo de Arte Contemporáneo.

El proyecto de renovación 2003 llevó vida a la Avenida Reforma. Desde entonces, el mercado de bienes raíces y la oferta turística han experimentado un renacimiento. Restaurantes de excelente calidad, teatros, cafés al aire libre, junto con centros comerciales, hoteles de lujo y edificios habitacionales en diferentes secciones de la avenida, han contribuido a la revitalización del ambiente de la avenida más importante de la ciudad de México. Sin lugar a dudas, el Paseo de la Reforma es un sitio obligado a recorrer cuando venga a esta gran capital latinoamericana.