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La Revolución Mexicana

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Durante los 34 años de gobierno de Porfirio Díaz hubo varios golpes de estado que fueron fácilmente reducidos por el ejército. Para principios del siglo XX la oposición al régimen había logrado organizarse en los llamados Clubes Liberales, que subversivamente promovían movilizaciones obreras en compañías trasnacionales. En 1906 una huelga en una compañía minera en Cananea, Sonora, fue reprimida brutalmente por las armas.

A pesar de que la inconformidad era generalizada, ningún movimiento opositor llegó a buen término por la falta de sustento ideológico. No fue hasta 1906 cuando en Coahuila Francisco I. Madero, un educado burgués, fundó el Partido Antirreeleccionista evidenciando desde el nombre su firme postura en contra del Porfiriato. Tras ganar popularidad, Díaz lo mandó encarcelar acusándolo de alentar revueltas pero Madero logró escapar a los E.U. desde donde lanzó el Plan de San Luis.

En este plan Madero desconocía al reelecto presidente Díaz, convocaba a nuevas elecciones e incitaba al pueblo a levantarse en armas si fuera necesario. El Plan de San Luis y la recientemente descubierta conspiración en contra de Díaz en la cd. de Puebla, agitaron a la población y provocaron levantamientos entre los que destacan el de un indígena de nombre Emiliano Zapata en el estado de Morelos y el de un cuatrero de nombre Francisco Villa en el estado de Chihuahua.

En vista del descontento general, Díaz dejó el cargo en 1911 y se exilió en Francia hasta su muerte. Madero ganó las elecciones prácticamente sin oposición pero, quizás por su falta de experiencia política, varios errores le hicieron perder consenso rápidamente: conservó reductos porfiristas en su gabinete, aplazó la situación apremiante de campesinos y obreros por darle prioridad a la política interna, e insistió en el desarme de los rebeldes quienes no negociaron sin que se les ofrecieran garantías.

Un golpe de estado orquestado por dos porfiristas, el Jefe de la Armada Victoriano Huerta y el embajador de los E.U. terminó con el efímero gobierno de Madero, quién fue ejecutado en 1913. Con el apoyo de los terratenientes y el gobierno de los E.U., Victoriano Huerta tomó el poder y se convirtió en blanco de todas las guerrillas. Desde el norte, Venustiano Carranza organizó un ejército que abanderaba los clamores de los rebeldes y se lanzo al ataque en contra de Huerta.